Con la puesta del sol las montañas que están rodeando a la ciudad de Atenas toman un color de púrpura transparente que refleja sobre las aguas del golfo Sarónico hasta las lejanas montañas del Peloponeso que se alzan detrás de la cumbre triangular de la isla Aegina. Es lógico que esta maravillosa vista haya sido envidiada por dioses y mortales, así que
Poseidón (Neptuno) y
Atenea (Minerva) compitieron para dar su nombre a la recién fundada ciudad y ser patrón de ella. Según la mitología, Poseidón el dios del mar, clavó su tridente sobre una roca de la Acrópolis e hizo salir un manantial de agua salada y cuatro caballos y dijo que si los habitantes prefiriesen su regalo dándole su nombre y llamando a llamando a la ciudad "Poseidonía", Poseidonía sería la ciudad más potente sobre el mar. Luego Atenea, la diosa de la sabiduría, sembró la semilla de una aceituna e inmediatamente surgió un olivo, regalo simbólico que simbolizaba a la paz y a la sabiduría. Los habitantes prefirieron el regalo de Atenea y llamaron a su ciudad Atenas.
Atenas fue habitada desde la época Neolítica y sus habitantes se establecieron en la planicie entre las montañas y el mar, hacia el año 3000 a. de C., pero sin tener organización urbana. La leyenda dice que la ciudad fue fundada por el rey Cécrope o
Kékrops en griego, el que llamó a la ciudad Kekropía (después de la disputa entre Poseidón y Atenea se llamó Atenas). Descendiente de Cécrope era el rey Erecteo que construyó su palacio real en la colina de la Acrópolis. El héroe legendario
Teseo obligó a los 11 de los 12 demos o municipios que había en la provincia de Atica a enviar a sus mejores familias a que se estableciesen en Atenas concentrando así el poder ejecutivo y haciendo de Atenas la capital de Atica.
Esto ocurrió hacia el siglo 14 o 13 a. de C. y se llamó siníkia o co-habitación. El último rey de Atenas fue el rey Kodro hacie el siglo II a- de C. Con su muerte, terminó la monarquía y empezó la oligarquía, que es cuando Atenas fue gobernada por 9 nobles (árcontes). Este cambio político se relaciona con la llegada de otra raza griega, de los Dorios, y con el principio de la época histórica.
Hacia el año 621 a. de C. los nobles pidieron al magistrado Draconte que reformase a las leyes de la justicia. Así, Draconte escribió por primera vez las leyes que reemplazaron la venganza familiar con acción judicial y castigo público. Pero lo provisto en lo que concierne a las hipotecas y a cautiverio a causa de deudas era tan duro que las leyes de Draconte fueron proverbiales por su dureza hasta hoy en día. El pueblo Ateniense agobiado por los nobles después de una revuelta consiguió tomar el poder y pidió un famoso legislador llamado Solón, que preparase una nueva constitución con leyes más humanas. Solón (1 de los 7 sabios) hacia el año 594 a. de C. les preparó a dicha constitución e introdujo las bases de la primera Democracia. Unos 40 años después habiendo perdido esta legislación bastante su vigor, un aristócrata ateniense, llamado
Peisistrato, tomó el poder por la fuerza e introdujo una tiranía o dictadura. Pero Peisistrato fue persona sensata y activa, adoptó la mayoría de las leyes de Solón, demolió la mayor parte de los viejos templos y construyó nuevos transformando a Atenas en una de las más bellas ciudades. Paralelamente Atenas fue centro cultural muy importante. El 527 a. de C. murió Peisistrato y le siguieron en el poder sus hijos Híparco e Hippias. Los atenienses agobiados por ellos asesinaron A Híparco e Hippias tuvo que huir refugiándose en Persia. Así, hacia el año 510 a. de C. Klístenes hizo una gran reforma en la constitución de Solón y en sus años empezó en Atenas una Democracia más desarrollada.
Gracias a una serie de brillantes gobernadores y generales como
Miltiades, Temístocles, Cimón y Pericles, los Atenienses consiguieron triunfos gloriosos en las guerras contra los Persas en Maratón, Salamina y Platea, batallas decisivas que cambiaron el rumbo de la historia.
Hacia mediados del siglo 50 a. de C. subió al poder el estadista Pericles que rodeado por los artistas más famosos de su época concibió la idea de construir a los templos inmortales del Acrópolis y del Atica, originando así el fabuloso
siglo de oro cuando Atenas fue el centro intelectual y artístico de Grecia, la cuna de la civilización y de la Democracia. Desgraciadamente, la guerra del Peloponeso (431-404 a. de C.) trajo la decadencia de Atenas y tampoco Licurgo hacia el siglo 40 a. de C. consiguió hacer revivir a su antiguo florecimiento. El famoso orador
Demóstenes en vano procura animar a los Atenienses e inspirarles patriotismo, así la Democracia Ateniense acabó, al ser vencidas sus tropas en la batalla de Chaeronía por el ejército Macedonio.
Desde entonces Alejandro el Magno, sus descendientes los reyes helenísticos y sobre todo los Romanos respetaron el prestigio cultural de Atenas antigua y se metieron raramente en su gobierno local.
Durante 200 años Atenas había creado una incomparable cantidad de prototipos en todas formas de pensamiento y arte: La filosofía llegó a su máximo apogeo gracias a
Sócrates, Platón y Aristóteles que influyeron a la civilización occidental hasta hoy día; la poesía floreció con la Sátira política y moral; la llena de fantasía historia de Herodoto fue seguida por la historia objetiva de Tucídides y Jenofonte y más tarde la de Plutarco.
Paralelamente, las artes conocieron un auge extraordinario; Kalícrates, Mnesicles e Ictinos bajo la supervisión de Fídias crearon a esta maravilla que es la Acrópolis de Atenas, construcciones que después de 2500 años aunque sufrieron a tantas destrucciones, muestran todavía su fabulosa perfección artística. Fídias y Praxíteles escogieron oro, marfil y marmo para hacer sus incomparables esculturas, inspirados por la necesidad de llegar a la perfección así como los famosos pintores Apeles Polignoto y Protogenes cuyas pinturas embellecieron más a Atenas.
La conquista romana hacia el año 146 a. de C. rápidamente fue seguida por una conquista espiritual contraria, haciendo a Atenas capital cultural del Imperio. Jóvenes patricios Romanos estudiaron aquí en las escuelas filosóficas y las bibliotecas mientras que gran número de turistas venían para admirar a los monumentos únicos y los tesoros artísticos. Durante el 20 siglo d. de C. Atenas conoce nuevamente gran florecimiento porque fue apoyada galantemente por los emperadores Antoninos y especialmente por Adriano que dio mucho dinero para la construcción de templos, bibliotecas y otros monumentos. Desde luego las construcciones de la época romana nunca tuvieron la fineza y la originalidad de las construcciones de épocas anteriores.
Aunque el apostol Pablo predicó su famoso semón sobre el "Dios desconocido" en Atenas, el paganismo continuó siendo fuerte basándose en la filosofía; el emperador Juliano el Apostata regresó a la antigua creencia y fe pagana inspirado por sus estudios en las famosas escuelas de Atenas, las cuales finalmente fueron cerradas por el emperador Justiniano hacia el año 529 d. de C. Esto fue el golpe mortal, después de la invasión desastrosa de los Godos de Alarico que tuvo lugar en el siglo anterior.
Saqueos repetidos por invasores bárbaros acentuaron más la decadencia medieval aunque aún en aquella época oscura el buen gusto Ateniense nunca desapareció; la arquitectura floreció nuevamente dando obras bizantinas de mucha elegancia.
La ocupación de los cruzados franceses, catalanes y de Florencia hacia el año 1204 en adelante trajo un intermedio pintoresco bajo duques feudales de Burgundia y Florencia. Pero la caballería pintoresca terminó con la conquista Turca en 1458 que trajo miseria y desastre. El sultán Mohamet transformó los monumentos antiguos en mezquitas, añadiendo minaretes en un atentado raro de adaptar el clasicismo con la fe musulmana.
La ocupación Turca que duró unos 4 siglos aproximadamente no dejó rastros positivos sino originó una decadencia creciente debida a las destrucciones del tiempo, al abandono y a la falta de cultura.
Un rayo cayó sobre los Propoleos, los cuales eran utilizados por los turcos como almecén de pólvora haciéndolos volar a causa de la explosión. La indolencia Turca siguió, almacenando la pólvora después en el Partenón.
En el 1687 Atenas se encontraba asediada por los Venecianos de Morosini. Entonces un obus de la artillería de Morosini cayó sobre el techo del Partenón, dónde los turcos tenían su polvorín, haciendo todo volar en el aire. Desde luego esta explosión fue de las más catastróficas en la existencia del Partenón.
Hacia el siglo 18 los sultanos dieron permiso a viajeron ingleses y franceses que llevasen fuera de Grecia a estatuas relieves y otras partes arquitectónicas de templos clásicos. El que llevó más objetos de arte fue el inglés Lord Elgin y hoy día todas estas piezas están expuestas en el Museo Británico de Londres.
Después de luchas seguidas de los Griegos contra los Turcos, Grecia ganó su independencia y
Atenas quedó
libre. El 1828 la ciudad del Peloponeso Nauplia fue proclamada la primera capital de Grecia y allí desembarcó en
1833 el rey Oto como primer rey de Grecia. Un año después Oto trasladó la capital a Atenas que hasta aquel momento era una ciudad pobre con 6000 habitantes.
Un grupo de arquitectos Bavareses, que trajo el rey Oto a Atenas, crearon un estilo arquitectónico simple pero muy atractivo llamado "neoclásico" que imita a los protipos clásicos con columnas dóricas y jónicas. Basándose en este estilo construyeron muchos edificios alrededor del palacio real. Desgraciadamente bastantes construcciones de estas fueron demolidas durante la reconstrucción de los años 1950 a 1960 cuando Atenas se transformó en una ciudad moderna de altos bloques de departamentos y suburbios extendidos. Menos mal que algunos de los edificios públicos construidos según el estilo neoclásico, del siglo pasado, existen aún.
Atenas, incluido el Pireo y los suburbios tienen población de 3.000.000 habitantes. Así Atenas se extendió mucho más de 150 millas cuadradas desde el mar hasta el semicírculo que forman las montañas.