Bueno, Isabel, realmente la historia, tal y como la relatas tú, merece una análisis diferente a como la explica su propio autor. Te cuento:
Según el poeta Ovidio, Dafne y Apolo fueron víctimas de un pequeño engaño por parte de Eros, quien disparó una flecha de amor a Apolo y otra de plomo a Dafne para que repudiase a Apolo.
Apolo es un Dios que en el mundo griego representaba la virtud, la moderación, el equilibrio y la sobriedad, por lo que la obsesiva persecución de la ninfa se explica por este engaño.
El caso es que Eros se sentía molesto con Apolo porque este decía de él que era mal arquero y decidío vengarse de esta manera. Dafne, al verse acorralado por Apolo invoca al dios del río Peneo para que la transforme en árbol (laurel) y escapar de la persecución.
QUOTE
me gusta mucho más saber opiniones y aprender ý ver otras miradas...
Realmente tu postura no es justa, prefieres que se expongan otros a exponerte tú. Hay que perder miedo.
A mí, el mito relatado de esta forma, me sugiere un ejemplo más de cuán caprichosos eran los dioses griego, no ya por Apolo, sino más bien por Eros a la hora de ejecutar su venganza. Y es que es curioso que una civilización tan increíble rindiese culto a seres tan pendencieros.
Supongo que los dioses eran metáforas en sí mismos de lo imprefecta que era la naturaleza humana del hombre de entonces (y el de ahora), y por un fenomeno de "proyección psicológica" se les atribuían todos esos defectos.
Saludos