Alma Errante

¿El hombre desciende del mono???

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Verdammt
view post Posted on 22/6/2005, 18:47 by: Verdammt




La evolución de las especies es algo que se tiene bastante claro desde antes de Darwin y que tan sólo los más necios (en aquella época y ahora) ponen en tela de juicio. Incluso el Vaticano, con la oposición de algunos sectores bastante retrógrados, ha aceptado que el Génesis no relata unos hechos sino que fabula con ellos. Y el que os lo dice es cristiano.

La teoría de Darwin, aceptada y refinada actualmente, es muy sencilla pero rara vez se explica bien. Y de ahí surgen frases como "Lucha de las especies" o "Sólo sobrevive el más fuerte".

No. En realidad darwin dijo tres cosas:

1) Que los caracteres eran portados por lo que él llamó unos "factores hereditarios", que actualmente conocemos como genes.

2) Que esos genes sufren mutaciones (alteraciones) que se transmiten al azar a la descendencia.

3) Que existe una fuerza que impulsa la evolución para guiar ese azar. Lo llamó "selección natural". Darwin definió la selección natural como la supervivencia del más apto (no del más fuerte). Dijo que las mutaciones pasaban a las siguientes generaciones cuando eran beneficiosas para el individuo receptor, y que tanto una mayor capacidad de reproducirse y por tanto transmitir esa herencia genética como de sobrevivir con ella era lo que garantizaba su éxito.

Esa es, en líneas generales, la teoría de la Evolución.

Vamos con el hombre.

Primero fue una célula sin núcleo (material genético disperso). Luego una célula con núcleo, que fue perfeccionándose al ir adquiriendo diferentes orgánulos (algunos por endosimbiosis, es decir, una célula fagocita a otra y no la digiere. Y ambas células, huesped y hospedador, adquieren beneficios mutuos).

Más adelante algunas células se unieron para vivir juntas, lo que les proporcionaba protección etc. Y posteriormente surgieron organismos del tipo de las esponjas, que son colonias donde ya existe diferenciación celular con reparto de tareas.

Las especies de la línea evolutiva humana (hay más, la evolución es como un árbol y nosotros estamos al final de una rama) fueron tomando formas más complejas, dotadas de simetría. Y luego adquirieron forma de tubo. Y más tarde diferentes tejidos, y se llegó a un animal que tenía una columna vertebral. Era un pececillo parecido al actual anfioxo. Peces más complejos adquirieron tejido óseo y algunos de ellos necesitaron pasar breves periodos de tiempo fuera del agua, porque había sequía y necesitaban buscar otro charco cercano cuando se secaba el suyo. Existen peces así, como el saltador del fango.

Uno de esos peces mutó y de su tubo digestivo surgieron unas protuberancias que le sirvieron para respirar aire: los pulmones. Fue el primer anfibio. De los anfibios surgieron los reptiles y de éstos los mamíferos, que en un principio eran como unas ratillas pequeñas. Los mamíferos se dispersaron. Tenían la sangre caliente y protegían a sus crías en el interior de su madre. Cuando nacían las alimentaban. Eso les confirió mucha capacidad de supervivencia.

De un grupo de mamíferos surgieron los primates y de éstos, un mono antropomórfico, del que surgieron el orangután, el gorila, el chimpancé y nuestros ancestros australopitecos, que fueron cambiando hasta que se llegó al género Homo y finalmente a la especie humana (Homo sapiens var. sapiens), que sólo desde hace muy poco sabe que procede de un mono muy cercano al chimpancé, gorila, etc.

¿Por qué desarrolló su cerebro y con él su facultad de armar jaleo? ¿Qué ocurrió para que sólo él y no nuestros parientes cercanos fueran capaces de preguntarse si son realmente parientes nuestros? ¿Por qué los monos no buscan a Dios como nosotros?

Pues en primer lugar, fue uno el que mutó. Y los otros no. No mutó desarrollando un cerebro más privilegiado que el resto. Simplemente, uno mutó de forma que su descendencia podía erguirse. Eso no le daba cerebro, pero le permitía vivir en el suelo. Vivir en el suelo medio erguido tal vez le facilitara tener las manos libres. Y como tenía un pulgar oponible al resto de los dedos, asir un palo. Y el asir un palo le impulsaba a utilizarlo. Por eso triunfaron las estirpes que mejor utilizaban los palos, ya que las herramientas le daban muchísimas posibilidades. Pero quien mejor cerebro tuviera sería quien mejor uso daría a las herramientas, incluso perfeccionándolas. A la vez, el que se irguiera mejor y fuera más alto tendría más posibilidades de otear el horizonte, buscar comida y prevenir ataques o evitar depredadores, para lo cuál necesitaría mejores herramientas, para lo cuál necesitaría más cerebro...

Como veis, las razones por las cuáles nos separamos tanto del modo de vida (y de la inteligencia) de otros simios se alimentan unas a otras.

Un día, como vivían en grupo, uno, el más listo de uno de esos grupos, que veía que le iban a sacrificar a los 30 años, por viejo inútil desdentado, tuvo una idea. Dijo que sería capaz de curar mejor que otros (siempre lo fue, conocía las hierbas). Entonces se inventó un rito dando saltos y emitiendo sonidos lastimeros a la vez que curaba una herida. Siglos más tarde, otro dijo que todo estaba en armonía en el mundo. Cuando le preguntaron que de dónde venía el mundo, ya que todo tiene un origen, se inventó a unos dioses y a unas bonitas historias que relataban cómo fue creado. Con el transcurso de los tiempos, esas historias fueron cambiando y despejaron muchas incógnitas. Como por ejemplo por qué la serpiente y la mujer se odian. O por qué diantre hay que trabajar para vivir. Y esas historias se mezclaron con otras que tal vez relataban hechos más precisos o que explicaban mejor algunas cosas que el hombre, al adquirir cerebro y cultura, necesitaba conocer. Y así hasta hoy, que es cuando parece que algunos quieren que esas historias se acepten como única Verdad sobre el origen de la especie humana, sin tener en cuenta en qué condiciones pudieron ser contadas por primera vez.

 
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16 replies since 10/6/2005, 20:14   11023 views
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