| las xanas: Las Xanas son unas ninfas de agua dulce que poseen una morfología completamente humana. Son de pequeña estatura, extraordinaria belleza física y larga melena rubia. Habitan en las fuentes, en las cuevas y en las riberas de los ríos. Al parecer, la noche de San Juan es la más propicia para romper su encantamiento; ellas salen a bailar, a lavar sus ropas y tenderlas. También devanan madejas de hilo de oro y plata; o se sientan a la orillas de las fuentes a peinar sus largos cabellos con peines de oro.
Las Xanas astures están claramente emparentadas con las hadas irlandesas, escocesas y bretonas
Son, por tanto, un mito indoeuropeo, extendido por toda europa (hadas, donas d’aigua, etc.), espíritus de la naturaleza con forma de mujeres muy hermosas y que viven generalmente cerca de ríos y fuentes mujeres de corta estatura, de belleza sobrenatural, se las puede ver en los márgenes de los ríos peinando con peines de oro su rubio y largo cabello y vistiendo largas túnicas blancas sin embargo, las xanas, a pesar de su parecido con las ninfas de la mitología clásica, presentan una serie de peculiaridades que las hacen diferentes la mayor parte de su tiempo la dedican al canto y a peinar sus sinuosas cabelleras, aunque también realizan otras tareas como cuidar del ganado y de sus propios hijos los "xaninos" una de sus mayores obsesiones es la de cambiar a sus "xaninos" por bebes humanos, aprovechando el descuido de las madres cuando bajan al río a lavar la ropa; resulta curioso que la prole de estos bellos seres resulte tan enfermiza que intenten conseguir bebes humanos, debiéndose esto quizá a que obviamente se trata de una "especie en vías de extinción" una de las cosas que hacía sospechar a las madres humanas era que la criatura languidecía a ojos vistas y la piel se volvía cada vez mas oscura, además de observar con estupor que el usurpador "poseía una dentición completa", a pesar de contar con pocos meses de edad; es corriente en el folclore asturiano los cuentos que relatan estos sucesos
sin embargo estos seres también se dedican a tareas menos rurales, así en la noche mágica por excelencia, la noche de san xuan, el 24 de junio, las xanas se hacen visibles para quien las quiera contemplar con solo acudir a los sitios que habitan como fuentes, lagos y ríos aquellos que quieran acometer tal hazaña encontrarán a la xana sentada en una roca, cantando y portando una madeja de hilo de oro, que entregarán a aquel que se lo pida prometiendo desposorio y magníficos tesoros para aquel que consiga deshilar la madeja sin cortar el hilo pero si el hilo se rompiese o no hubiera esposorio, se castigará al osado humano de una manera cruel que acabá en su muerte, atrayéndole hasta el fondo de las aguas.
el trasgu:
El Trasgu es un duende o gnomo de figura diminuta y simpática, viste blusa de bayeta colorada y gorro del mismo color. Es duende casero, penetra en las casas cuando el fuego está encendido. Normalmente se preocupa de hacer las labores domésticas y trabaja colocando todo en su sitio, pero si está de mal humor, rompe los cacharros, esconde objetos, revuelve la ropa y da voces y gritos espantando al ganado. Cuando por sus continuas travesuras, quieren deshacerse de él, y ya que presume de tenerlo todo muy ordenado y limpio (cuando está de buen humor), le extienden por el suelo linaza o mijo y se lo mandan recojer - el Trasgu tiene la mano con un agujero-, también le mandan blanquear la pelleja de un carnero negro, o traer un cesto lleno de agua, cosas imposibles de realizar por él. El Trasgu, picado en su amor propio abandona la casa para no volver. conocido en todo el mundo (duendes, gnomos, pucks, ...), es pequeño, enano, de no más de 80 cm de estatura, tiene la piel negra u oscura, las piernas torcidas, con grandes uñas en las manos, la boca descomunal, la nariz aplastada, los ojos brillantes y pequeños, cuernos y rabo; es muy delgado y cojo, pero aun así se mueve con rapidez asombrosa y suele dar asombrosos saltos, su rostro tiene casi siempre una expresión burlona, a no ser que se le moleste y enfade; suele vestir con gorra y blusón coloradas, también tiene un agujero en la palma de su mano izquierda Perteneciente a la clase de duendes domésticos, se puede comportar de forma contradictoria, unas veces ayudando a los habitantes de la casa en la que habita, colaborando en las tareas del hogar y otras veces, tirando, ensuciando, ocultando las cosas y comiendo glotonamente lo que encuentra en la cocina.
Puede pasar de un estadio a otro sin ninguna razón aparente; su presencia llega a ser muy molesta, tanto que algunos, para deshacerse de él se mudan de casa, pero él les sigue y dice:
"ya que todos vais de casa mudada, también vengo yo con la mi gorra encarnada"
el nuberu:
Físicamente, podríamos describirlo como un viejo muy alto y de ojos ardientes, dotado de una enorme barba y puntiagudas orejas, que viste una "pelleya" de cabrito y se cubre con un enorme sombrero negro, que acostumbra a cabalgar sobre los negros nubarrones arrojando pedrisco en los campos y arruinando las cosechas. Aún así, no coincide la descripción que nos aportan los más conocidos folkloristas asturianos, ya que Gumersindo Laverde, aún en el siglo pasado, lo describe como un enano deforme, de rostro tostado, largas melenas y enormes brazos que viste con toscas pieles y lleva sombrero negro de alas de cuervo y baja a la costa tronando tormentas, lo que le hace muy similar al "Escolar" de los vaqueiros; contrasta claramente con el personaje descrito por Bernardo Acevedo, que dice que en su Boal natal, dicen que es enorme, vestido de sayal pardo oscuro y es conocido como "Reñubleiro"; eso sí, también dicen que viene montado en una nube arrojando pedrisco.
¿Llegó a tener este pesonaje la categoría de divinidad en el solar astur? Es probable que todo lo que envuelve al mito del "Nuberu" forme parte de un antiguo culto pre-cristiano, como se puede deducir a partir del hallazgo en Carrio (Villayón) de una pizarra goda del s. VII: se trata de un conjuro, quizá obra de una especie de "tempestarii" al modo de los latinos, que eran especialistas en ahuyentar las tormentas, que lleva grabada de manera significativa y por tres veces, la pentalfa, Muchas veces se le cita con el nombre de Juan de Egipto, Juan Orito, etc., y le acompaña una leyenda repetitiva en toda Asturias, que dice que el nuberu vive en aquel lejano país y prestó ayuda a un asturiano que lo ayudó cuando vino a tirar pedrisco y, al ser "esconxurado", no pudo volar de nuevo sobre la nube; cuando el infeliz paisano, guerreando en aquel lejano país, cae prisionero, éste, aún agradecido, le libera y lo devuelve raudo al solar astur, donde llega a tiempo de impedir la boda de su novia.
Dado su carácter dual, benigno y maligno, las gentes conocían diversas fórmulas para "esconxurarlo", en la que se deja traslucir claramente que el nubero y el diablo no son cosa distinta: la presencia del cura, y más si estaba rodeado de niños, era infalible, siendo míticos en esta labor el de Villanueva de Teverga o el de Xedrez en Cangas del Narcea; infalible era lanzar lejos el zapato del cura, como hacían en Grado; también tocar las campanas de capillas e iglesias (en este menester, había campanas "especializadas", como el famoso "truebanón de Belmonte"; y así, muchas campanas llevan "culebrones" dibujados, porque al fin y a la postre, el nuberu es... el diablo. También se ahuyentaba la tormenta poniendo en la cortada la pala y el rodallu del pan al revés (Tineo); la pala de dientes y de enfornar (Navia), la pala de enfornar y laurel bendito (Villayón), donde, además, tocaban la caracola; el carro del país volcado; poner en la ventana la "piedra'l rayo", que en realidad era un hacha pulimentada neolítica; y, como no, el laurel bendito en Ramos; etc. Por fin, si todo ello fracasaba, siendo el paisano asturiano tan inclinado a "poner una vela a Dios y otra vela al diablo", recurría a las jaculatorias, siendo las más utilizadas popularmente, con ligeras variantes según el lugar, las de Santa Bárbara ("Santa Bárbara bendita que n'e1 cielo tás escrita con papel y agua bendita. En el nombre de la Cruz, paternoste, amén, Jesús") y San Bartolo, que tiene al diablo atado con una cadena ("San Bartolo se levantó y con Jesucristo se encontró. ¿A ónde vas, Bartolomé? Yo, Señor, con vos iré. Pues voy a darte un don que nunca dí a varón: ónde fueres nombrado, nun caigan rayos nin centellas, nin muyer muera de parto, nin criatura de espanto"). O, como aún recitan en Grandas de Salime: "Tente nube y'a nublado, que Dios pode más que´l diablo; tente nube, tente tú, que Dios pode más que tú". las ayalgas:
Las "Chalgas" o tesoros escondidos es algo consustancial con nuestra tierra asturiana, ya que no hay pueblo o aldea, por remotos que sean, donde no se hallen leyendas de tesoros escondidos, casi siempre atribuidos a los moros.
Aunque en las descripciones. de los primeros estudiosos se utiliza el nombre para los tesoros, mientras a las jóvenes doncellas que los custodian son conocidas como atalayas, -el introductor del término parece ser Juan Meriéndez Pidal, al que luego sigue Rogelio Jove y Bravo, mientras los pioneros Laverde y Agüero no las nombran específicamente -los estudios posteriores asimilaron el término a ambos y las hacen prácticamente semejantes a las xanas, por su singular belleza y juventud, aunque parece que se diferencian de éstas en que las jóvenes doncellas son seres humanos encantados, mientras que las xanas no están siempre encantadas. Debido a su penosa situación, presentan habitualmente una expresión de gran tristeza, cantando bellas, pero melancólicas canciones, mientras el cuélebre permanece atento a sus movimientos, excepto el día de San Juan, en que entra en un sopor irresistible, momento en que se les puede desencantar.
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